lunes, 20 de septiembre de 2010

Cierre de balnearios coralinos crearía inseguridad en una porción del turismo en Cuba

por Richard Roselló

Periodista Independiente

 

1 de Junio del 2010

 

El posible cierre de balnearios coralinos en la costa norte de Cuba podría crear una insatisfacción general en los bañistas que acuden en los presentes meses de julio-agosto de etapa vacacional.

 

La medida prohibitiva no divulgada aun por medios oficiales de prensa en la isla es contradictoria con lo que viene sucediendo con aquellos que intentan acceder a la costa de arrecife norte de Habana y Matanzas.

 

“Mis dos hijos fueron requeridos por un empleado de gastronomía (en playa Baracoa y al oeste de La Habana) por bañarse”, según Magdalena Rivera. Para ella “la cosa era seria. No había nadie bañándose en la playa ese día y todos los servicios estaban cerrados”, apuntó.

 

Muy distante de allí un vecino de la Playita 16 en Miramar, Playa, observó como las autoridades locales han negado el acceso a bañistas en esa zona costera de arrecifes.

 

  Playita 16

 

Otro grupo de bañistas fueron obligaron regresar a sus municipios cuando intentaban bañarse en las costas de Santa Cruz Norte y los campismos populares de Puerto Escondido en los límites de las provincias Habana–Matanzas que tiene como alternativa el disfrute del mar pero en costas rocosas. Testigos observaron “unas banderas rojas indicando la prohibición a las playas rocosas”, destacó Bruno uno de los vacacionista, cuyo rostro era de insatisfacción.

 

Puerto Escondido

 

Igualmente, han ordenado a turistas de playas de Varadero, en Matanzas, a más de 150 km de la capital “permanecer temporalmente en las piscinas y no acceder a las playas de arrecifes por el extremo sur de la península”, refirió un habanero que viajó con la familia a pasar unas horas de asueto.

 

Mientras, las playas de arena no corren peligro y continúan siendo lugar de mayor esparcimiento de los cubanos en vacaciones. Cerrarlas una parte de ellas podría acarear situaciones de inseguridad en la población y una contracción del turismo nacional que accede como cada año a áreas de servicio de playas, coincidiendo con los meses alto de bañistas y los más calurosos del periodo de estaciones.

 

Ahora que se aproxima el fin del curso escolar con la llegada del descanso vacacional (julio-agosto), algunos estudiantes y trabajadores se sentirán desengañados.

 

“Mas aun. Se verán las aglomeraciones de jóvenes en las principales arterias de la ciudad. Se incrementaran los accesos a las limitadas sitios de piscinas colectivas. Mayor número de alcoholismo en las calles, mientras, crecerá la demanda a sitios de campismo popular, fundamentalmente ecológicos y cercanos a los ríos, embalses y presas para sofocar los intensos calores del verano”, refiere Elsa Medina una anciana que tenia en proyecto pasar unos días de descanso en un campismo cercano a Playas de Tarara, Guanabo, La Habana.

 

  Tarara

 

A su vez, la ausencia de ese turismo al oeste de La Habana, generará pérdidas en ambas monedas a los balnearios informales donde acuden miles de turistas en la temporada.

 

Se cree que el arribo a las costas cubanas del “pez león” parece ser las causas principales por lo que las autoridades cubanas han impedido de manera informal el cierre de balnearios de arrecifes, según declaraciones de testigos.

 

  pez león

 

Fuentes provenientes de pescadores marinos aseguran haber capturado a peces similares en barreras coralinas del norte y sur de Cuba. Aunque, no hay indicios de victimas mortales, existen personas que han sido alcanzadas por las espinas de ese pez llamado también, roca, ocasionándole fuertes dolores, hinchazón y desmayos.


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