martes, 12 de octubre de 2010

Puente defectuoso empeora la vida de los pobladores

por Richard Roselló

Periodista Independiente

 

7 de Octubre de 2010

 

Un puente defectuoso que divide las comunidades de San Felipe y San Antonio de las Vegas, provincia de La Habana, incomunica y empeora los estados de vida a vecinos, hace dos años atrás, según quejas de afectados.

 

El puente, de veinticinco metros, que atraviesa un afluente del Río Ariguanabo presenta un estado de deterioro estructural y a nivel de pavimentos e imposibilita el cruce de vehículos. Además, de poner en peligro el tránsito peatonal de moradores entre ambas poblaciones que se ven obligados a realizar acrobacias para pasar al otro extremo.

 

La imposibilidad de circulación de vehículos por esa zona obliga a obreros, estudiantes, campesinos y enfermos, caminar hasta 8 kilómetro entre un poblado y otro para realizar sus actividades diarias y resolver problemas cotidianos.

 

“Varios trabajadores de San Felipe que operan en fábricas de los municipios de Batabanó o de San José de las Lajas, llegan tarde a su labores”, señala “Chua” un anciano que prefiere caminar varias horas para llegar a la finca productora de viandas que tiene su hijo.

 

“Y aunque muchos sienten miedo pasar el puente, otros prefieren recorrer 21 kilómetro buscando la única ruta para llegar a sus destinos”, dijo Demetrio Lozano un campesino que trasiega leche de un extremo a otro.

 

Señalan moradores locales que el problema se ha discutido a nivel de delegaciones y gobiernos municipales. Que la falta de recursos y combustible es lo que mantiene paralizada a esa obra que parece no tener importancia para las comunidades vecinas.

 

“Hace dos años que nadie encuentra una solución”, aclaró Rosalía, un ama de casa residente en San Antonio de las Vegas.

 

Aunque los moradores decidieron abrirle un acceso segundario bajando por el cauce del río, dicen que pasarlo es peligroso en época de lluvias por las crecidas del río.

 

Refieren algunos vecinos que el puente de hierro lleva unos 30 años que no recibe mantenimiento. Y que cuando se construyó, antes de 1959, no estaba diseñado para recibir el peso de vehículos pesados que continuamente por allí pasaban.


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