por Richard Roselló
Periodista Independiente
25 de marzo de 2011
Foto AP: Elizardo Sánchez Santa Cruz
Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco, según sus propios cálculos, lleva en la resistencia pacífica contra el régimen de Cuba más de cuarenta años. Cuarenta años mordiendo las canillas a los contribuyentes norteamericanos, europeos y, en nombre de la democracia y la reconciliación. ¡Se dice y no se cree!
Pero: ¿Por qué Sánchez ha utilizado a Cuba como escenario para sus planes? ¿Por qué no, Miami o Europa, donde le aseguran un futuro?
Se me antoja pensar en medio de este embrollo de represiones, chantajes, juegos de espías y arbitrariedades de todo tipo que, si el gobierno de La Habana permite que, Santa Cruz, mantenga sus transacciones de financiamientos a su nombre, obtenga jugosos premios, permita a los patrocinadores enviar sus remesas para financiar proyectos, extorsione a la disidencia, lleve una vida de buen vivir, se reúna con quien desea y se mueva libremente por las calles, mientras, muchos disidentes cumplen prisión o son reprimidos, es porque se lo han permitido.
Una explicación razonable que aquí cabe es: ¿Será el gobierno cubano cómplice del enriquecimiento logrado por Sánchez a cambio de su cooperación y búsqueda de objetivos dirigidos contra la revolución?
Planes para hoy y para mañana
Hay razones para sospechar que Sánchez ha estado construyendo un capital económico, para obtener sus premios y transacciones que van a su bolsillo. La Comisión, con ayuda del lado oscuro de La Habana, podría servir de mercados mediadores. Dice el adagio popular que aquí todo se sabe. ¿Qué no sabe la Seguridad del Estado? ¿Ignoraron por qué vía a Pacheco le entra el dinero? Ellos tienen el poder, como el control del país y de la vida de los cubanos, según demuestran los recientes episodios policiales trasmitidos por la televisión cubana bajo el titulo: Las razones de Cuba. Además, son el mayor empleador y único en disponer de las tecnologías.
Con el nacimiento de la CCDHRN (1987) hasta el presente, el gobierno cubano es quien ha permitido a Sánchez ser el acreedor de varios premios y todas las prebendas obtenidas. Cuba sin embargo, culpa a los EE.UU. por convertir a Sánchez en todo un disidente. ¡Hasta cuando!
Para aclarar el enigma, Cuba, no los EE.UU., es quien ha otorgado el permiso de salida para que Sánchez realice su jugada política. De hecho, viaje con autorización a un número de países. Se reúna con personalidades de la política y realice cursos y maestrías en derechos humanos. ¿Por qué no lo envían junto a su verdadera esposa e hija en Miami? ¿Por qué el resto de los miembros de su Comisión, no han sido beneficiados con los premios, a partes iguales, por un resultado colectivo? ¿Por qué la Seguridad del Estado con ese accionar horrendo, no ha encarado ese fraudulento modo operandi?
En 1990, Santa Cruz Pacheco, obtienen: el Premio (de 15,000 dólares) por la Libertad de Expresión, otorgada por la Sociedad Interamericana de Prensa. En 1991 (25,000 dólares) el Premio Internacional de Human Rights Watch. En 1996, el Premio de Derechos Humanos de la Republica Francesa, con 20,000 dólares. Y en el 2009 cuando yo era empleado de la Comisión, le adjudican el Premio Libertad que otorga la Asociación Cuba-Europa en Progreso.
Pero Sánchez ha estado construyendo un futuro y un capital que garantice el retiro. Ya son 65 años. De tal suerte, explota el lucro y obtiene el capital que da vida, a él, y a “su Comisión”. Está bien si se trata de apoyar a otros. Mal si ellos tienen las mil maneras de extorsionar a los de abajo para satisfacer sus avaricias y la falta de escrúpulos.
Hablamos de una Comisión engañosa que pretende dar una imagen de capacidad y eficiencia. Veamos en adelante: las violaciones de las normas laborales, ahorros ridículos, desvíos de ayudas, formas de explotación salarial, cometer fraude, generar plusvalía, presupuestos en función de sus intereses personales, vivir de las ganancias que dejan los proyectos para presos políticos y comunes y cobrar por empleados y asesores inventados.
Sánchez ¡Así, sí se puede hacer futuro!
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