por Richard R0selló
Periodista Independiente
28 de octubre de 2010
El titular es una de las preguntas de la Fundación para el Cambio Participativo creada recientemente al oeste de Ciudad de La Habana. El pasado martes 19, dos veteranos líderes de la disidencia y con amplio prestigio por sus resultados nacionales, Francisco Chaviano y Félix Bonne Carcassés, dejaron instituido ante varios miembros una propuesta de cambio, llena de propiedades curativas.
¿Es tan difícil conseguir una guataca y limpiar la hierba mala de las calles?
¿Vivimos realmente en una comunidad viva?
¿Se resuelven nuestros problemas?
¿Cuanta contaminación existe a su alrededor: ruidos, desechos sólidos, ríos y playas?
¿Se han resuelto sus preocupaciones, necesidades, anhelos, aspiraciones o frustraciones en medio siglo? ¿No ha sido usted indemnizado por daños causados por catástrofes?
¿Existe verdadera flexibilización en el trabajo privado; se sentirá dueño de lo que tiene; dispondrá de los recursos y protección legal?
¿Merecemos los cubanos que nos dirijan personas que nunca están en sus puestos; burócratas; teóricos que no promueven la creatividad y las ganas de trabajar, y tienden a alentar la indiferencia y el inmovilismo en el hacer?
Esta y otras preguntas se enlazan en un ambicioso cuestionario que pretende, sino cómo resolver desde la perspectiva de ciudadano cubano, los problemas que confronta la comunidad en que vivimos.
La Fundación no busca protagonismo, indica uno de sus textos. Tampoco pretende dejar pasar el tiempo. Ultima detalles e intenta mediante una encuesta, escudriñar en los conflictos y alternativas que emergen del tejido social del pueblo cubano.
A la par, esa joven organización reconoce que muchos de nuestros problemas nada tienen que ver con el embargo y menos con la Unión Europea. De ahí el imperativo de evaluar los problemas que han quedado dormidos en la gavetas oficialistas por falta de visión. Por tanto la FCPARTI por sus siglas, pretende mediante la encuesta, contribuir con la ciudadanía a encontrar soluciones a las muchas dificultades atribuidas a problemas subjetivos creados por ellos mismo y a causas relacionadas con métodos urgidos de cambio.
¿Es tan difícil…?
El cuestionario es un trabajo novedoso que implica a todos por igual. Se abordan desde los estados de cada localidad, calidad de vida, catástrofes, diversiones y problemas jurídicos para finalizar en el trabajo que realizan los funcionarios.
“En verdad de las verdades, los cubanos hemos vivido décadas de promesas incumplidas. Basta ya con que la mejor manera de ignorar nuestros problemas, siga siendo el modo de no resolverlos. Por encima de las posiciones ideológicas, es hora de la voluntad. De acercarse a los comunitarios y digan, cuáles son sus problemas y como resolverlos juntos, si así desean”, expresa Chaviano principal analista del proyecto.
Más adelante señala el ex preso político que: “la burocracia, el paternalismo, la falta de visión, la indolencia o la comodidad han sido arrastradas de un barrio al otro del país por el cepo ideológico del inmovilismo castrista. Esas amalgamas diseñadas por el sistema han creado certidumbre e incertidumbre en la población cubana”.
Y termina diciendo que “cinco generaciones de cubanos se han acostumbrado a convivir bajo el síndrome del ‘no’, las prohibiciones y el hostigamiento. El miedo sembrado hacia la población, mantiene paralizado a personas que temen arriesgar vidas por criticar los problemas directamente al gobierno. Esas dilaciones cansan y erosionar la confianza de los cubanos”.
Estiman los líderes disidentes que no se puede confinar a un pueblo al laberinto de los desesperos y las desesperanzas todo el tiempo. Mientras están consientes que las soluciones que proyectan la Fundación y sus miembros, son quimeras.
Al tanto, el camino de la nueva Fundación para el Cambio Participativo, en cambio, tiene rosas y espinas y habrá que conjugarlos. La pregunta es simple…
¿Es tan difícil…?
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