La verdad en su lugar: Boletín No. 2

por Richard Roselló

Periodista Independiente

 

25 de agosto de 2011

 

Algunos amigos, otros que por su manera agresiva evidentemente son enviados por Elizardo Sánchez Santa Cruz, me han preguntado porque escribo la verdad sobre este siniestro personaje que durante tanto tiempo a vivido de la oposición y no fui capaz de decir esto cuando trabajaba junto a él.

 

En primer lugar debo y tengo que confesar que al igual que muchos otros compatriotas y hermanos de lucha fui maniatado por este réptil, que como una víbora sabe adormecer a sus víctimas con pausada y suave genialidad.

 

Sus anécdotas en la lucha por los derechos humanos y lo importante que era el trabajo de la Comisión para dar a conocer al mundo la realidad cubana y poder brindar ayuda a los hermanos y familiares que cumplen largas e injustas condenas, me lograron hechizar y solo con el pasar del tiempo y el haber vivido tan cerca los impudicia de este señor pude despertar.

 

También es bueno destacar que antes de escribir estos artículos, analicé con el señor Elizardo estas cuestiones que abajo se relacionan y le di mis criterios, cuestión que lo molestaba. Tales diferencias fue una de las feas realidades que viví con la decepción a una futura salida de la Comisión.

 

Recuerdo que una de las últimas discusiones que tuvimos estaba relacionada con los informe de la Comisión sobre los presos políticos y otros actos de represión, donde Elizardo comenzó a dar como presos políticos a otros, que si bien tenían una actitud de enfrentamiento al régimen no fueron a prisión por un delito de los catalogados por el gobierno como contra la seguridad del estado. Sin embargo otros por causas evidentemente políticas no los acertaba en sus listas y aun siguen en las cárceles. Tal es el caso Dariel Rodríguez Castillo, hoy en prisión de Melena II, quien asaltó una estación policial en Surgidero de Batabanó, provincia de Mayabeque, e incineró dicha instalación. Datos precisos pueden encontrarse en Internet.

 

Igualmente se molestaba cuando los reportes de denuncia por actos de represión durante la semana eran bajos, acusándonos a mí y a su concubina de no haber atendido correctamente todas las llamadas, cuestión esta que da la imagen de estar más interesado en mantener una lista bien abultada que en ocuparse de los problemas reales de la oposición. Otro hecho de repercusión era que Elizardo no se interesaba por los muertos que ocurrían casi semanales en prisiones de la Isla, destacándole a la prensa extranjera que éstos no eran de interés político, mientras que los familiares, en diversos contactos, habían depositado su confianza en él para que se hiciera justicia de esas violaciones.

 

Este ultimo hecho arriba señalado, brindó serias discrepancias entre las lista de presos políticos de la Comisión con las que publicaba el Consejo de Relatoría de Derechos Humanos dirigida por el abogado Juan Carlos González Leyva, quien sí mostró mucho interés por los casos de muertes en prisiones, dando a conocer la lista real de fallecidos.

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