Richard Roselló
El
semanario Maybeque de la provincia que lleva su nombre, sorprende a sus
lectores con sus acostumbradas contradicciones e imprecisiones. Y todo porque
el único papel que juega la ambigüedad en la noticia es desorientar al lector
omitiendo realidades que se esconden tras de un hecho.
En
tal caso, el papel de la prensa es ser imparcial y estar al lado de la víctima,
no del verdugo. Ni aliarse tampoco a ese ejército que acosan y amenazan a la
única posibilidad de empleo y riqueza que brinda el llamado trabajo privado o
“cuenta propia”.
Ejemplo
claro resalta en la crónica “Incumplen compromiso con el pueblo” fechada el 13
de abril del rotativo Mayabeque. El artículo aparece en el semanario del
Partido Comunista provincial escrito a toda página. A los más pretende analizar
la marcha del sector privado luego de su aprobación en el 2010. Aunque los
resultados parecen desastrosos a mi modo de ver.
Analicemos
algunos puntos. Hasta marzo presente, la cifra de crecimiento para ese sector
privado se ha elevado, en dos años, a 12 121 plazas entre los doce municipios
de la provincia, incluyendo la inserción de la Isla de la Juventud.
Después
de dos años, por incurrir con los créditos bancarios, se inicia la suspensión
—según Mercedes Pérez Reyes,
especialista de la Dirección Provincial del Trabajo— de “varias” licencias.
Destaca
el directivo que los mayores municipios están San José de las Lajas (457),
Batabanó (35), Quivicán (32), Nueva Paz (31) y San Nicolás (21). En resumen: se
habla de un monto de 576 licencias retiradas.
La
nota no escapa de ambigüedad. “Varias”
no es sinónimo de cientos. Cientos no son “varias”. La cifra en sí es alta y
representa además, notable contradicción al llamado de la dirigente quien
defiende en un mensaje a la cabeza de la crónica que “El trabajo por cuenta
propia llegó para quedarse”.
¿Donde está el llamado de “flexibilización del
ejercicio del trabajo por cuenta propia” que ésta señala? ¿Y el respaldo, por
el lineamiento 168 de la política económica para el incremento de ese trabajo?
Aquí
uno se pregunta ¿acaso no existen leyes o decretos que impongan multas a los
infractores a fin de asegurar y proteger una actividad tan reclamada por la
población y por un llamado del gobierno?
Tampoco
se entiende bien, si la DPT aplicó una
medida similar contra otras supuestas indisciplinas. Se refieren a
vendedores de productos agrícolas por expender en puntos fijos. A modistas o
sastres por revender, dice que artículos de uso personal. Se habla de productores-vendedores
de artículos del hogar. A aquellos que utilizan trabajadores no declarados. O a
personas que realizaron puntos de ventas y ranchones para actividad campesina a
orillas de una autopista, y que luego fueron demolidas por la propia autoridad.
Pero, ¿demolidas? ¿Por qué no le dieron alguna solución menos salomónica antes
que éstos levantaran sus sueños e hicieran notables gastos?
Es
oportuno señalar que el nacimiento de esta nueva provincia y su nombre
recientemente, parten de un experimento nacional de dudoso funcionamiento. Al
tanto no deben darse el lujo de que un individuo deje de vender guarapo porque
la caña que adquirió a un tercero no está autorizada para la comercialización.
Disparate
por capricho y por arbitrariedad es que el gobierno provincial, le resulte
sencillo prohibir y suspender, que crear un mecanismo libre de comercialización
de caña para quienes venden guarapo.
Lo
paradójico es que los afectados, privados o “cuenta
propistas”,
sienten torpedeado su trabajo por un principal reclamo. A una pregunta de la
periodista, responde el especialista que los cuenta propistas no tienen “donde
puedan comprar la materia prima a precios más bajos”.
Es
obvio. Aquí podría estar una de las claves del porque el trabajador por cuenta
propia no cumpla a cabalidad con el crédito bancario. De hecho el modista se ve
obligado a vender artículos de uso personal. Igual el productor-vendedor como
el que vende cerdo de forma ilegal recura a la ilegalidad. ¿Será que ellos no
encuentran el mecanismo legal de su trabajo porque el gobierno no lo garantiza,
pero les exige?
De
manera ingenua la vocera de la Dirección Provincial del Trabajo asegura el poco
crecimiento en plazas del trabajador agropecuario eventual, siendo Mayabeque
una provincia agropecuaria. Ignora acaso
los incumplimientos de pago por cosecha que persiste en centro de acopio como
el del municipio Batabanó. Desconoce la titular que el trabajador le obligan a
sembrar cosechas que éstos rechazan (como el boniato) por los gastos que no
compensan la inversión y el precio bajo con que el gobierno los adquiere. No
sabe la directora que el centro de acopio tampoco le compra al agricultor toda
su cosecha mientras le prohíbe que sea vendida a un tercero, en detrimento a la
perdida.
¿Quién
es el verdadero incumplidor de los compromisos con el pueblo?
La
realidad ha demostrado que el trabajador privado vive acosado por un ejército
de organismos parásitos que exigen mucho y dan poco. El artículo citado del
Mayabeque los engrosa casi todos como algo peculiar del socialismo: muchos
dirigen y pocos producen. Los enumero. Dirección Provincial del Trabajo (DTP),
la Dirección de Inspección y Supervisión (DIS), la Oficina Nacional de
Administración Tributaria (ONAT), Banco de Crédito y Servicio (BCS), la Central
de Trabajadores de Cuba (CTC), el Consejo de la Administración (CAM). Por
supuesto, el Partido Comunista de Cuba (PCC) y la invicta Revolución.
No
caben dudas que fenómenos como este entorpecen el trabajo por cuenta propia o
privado aun cuando exista una política estatal de favorecer.
Pero
ninguno de esos organismos o sistemas están preparados para enfrentar esa nueva
actividad. El modelo de sistema en que vivimos, no ha creado en más de medio
siglo, una escuela de superación empresarial para salir de los absurdos
problemas que ya son demasiados.
Si
no se estimula al trabajador y se da acceso a lo que necesite sin peros ni
trabas, no abra ni empleo ni producción. Lo dijo su presidente Raúl Castro
cuando señaló que el “…peor enemigo no es el imperialismo ni
mucho menos sus asalariados en suelo patrio, sino (sus) propios errores”.
Tomen
ese consejo. Las cifra son claras: 12 121 licencias están por debajo de la
norma de crecimiento productivo en una provincia de más de 324,600 habitantes.
O asea un 37% pertenecen al sector privado o cuenta propista.
richardrosello@yahoo.com
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