Francisco Chaviano González
En
1970 el gobierno norteamericano encabezado por el entonces presidente Richard
Nixon, de forma discreta se dio a la tarea de limar asperezas con Cuba para
restablecer las relaciones entre ambos países. La mayor de las Antillas parecía
corresponder, pero el líder cubano dijo a sus seguidores: “Los vamos a desalentar y se van a tener que retirar.”
Poco
tiempo después fueron detenidas varias embarcaciones cubanas que pescaban en
aguas territoriales de la Florida y el hecho se sobredimensionó, el Comandante
declaró que los pescadores habían sido secuestrados y desplegó una maniobra con
la aviación de combate, en una supuesta búsqueda sobre las inhóspitas islas
del banco de cayo Sal. Aunque se violó
el espacio aéreo de las Bahamas a quien pertenecen esas islas, el líder cubano
aseguró en un discurso haberle dicho a los pilotos: “Si salen aviones yanquis y maniobran contra ustedes, maniobren ustedes
contra ellos, no disparen, pero si disparan contra ustedes, no vacilen un
segundo en disparar contra ellos.”
Cuba
pagó la multa impuesta a los pesqueros, y aprovechó el incidente para lanzar ofensas
contra el presidente Nixon y hacer
fracasar el entendimiento con el vecino del norte. El Sr. Guimerá, un pescador
que participó en el incidente con los
barcos pesqueros y miembro del
Ministerio del Interior, cuenta que este tipo de provocación se utilizó en 1964
y se repitió en 1970. Confiesa que antes
de salir al mar un oficial de alto rango
les dijo: “Vamos a demostrarles a los
americanos que pescamos donde nos dé la gana.”
En
1996 el presidente Clinton, se negaba a firmar el proyecto de Ley Helms-Burton
y era conocido de que se inclinaba a buscar un acercamiento con Cuba. El
gobierno cubano derribó las avionetas de Hermanos al Rescate y con ello, le
obligó a firmar la citada ley y a desechar cualquier tipo de apertura o
entendimiento. No obstante más tarde
aprobó medidas de flexibilización del embargo, pero no fueron aceptadas
por los Castro durante su mandato.
Sin
embargo, cuando Bush toma el poder, acepta esos permisos de compra en
Norteamérica porque este los percibía como dardos. El líder republicano replicó
con la conocida disposición de endurecimiento del embargo, que fue ripostada
con la doble moneda, el recargo al dólar y el incremento de los precios de los
productos a la población. Con lo que resulta que el vecino nos da un trompón y
el de casa un puntapié.
Desde
que el presidente Barack Obama asumió la presidencia en los Estados Unidos de
América, ha propuesto sentarse a conversar con las autoridades cubanas para
resolver definitivamente el diferendo entre ambos países. Raúl Castro dijo
estar dispuesto a conversar, pero en condiciones de igual a igual y otros peros
injustificables del mismo tipo. En fin, como regla, las aperturas del demócrata
afrodescendiente no son correspondidas.
Esta
vez la Casa Blanca continúa insistiendo tras bambalinas y todo parece indicar
que maniobran de ambas partes. Castro detiene a Alan Gros y Zapata muere. Obama
aprueba ayuda para la oposición interna pero queda bloqueada, también son
suspendidos algunos proyectos de grupos del exilio de trayectoria
anticastrista, entre los que se destaca Plantados. Muere Wilman Villar Mendoza
después de 50 días en huelga de hambre.
Después
de la muerte de Pedro Luis Boitel, transcurrió medio siglo sin muertes por
huelga de hambre en Cuba, a pesar de las miles que tuvieron lugar en ese
período. La policía política tiene un procedimiento de manipulación de las
mismas que es infalible: Al tercer día de declarada llevan al reo para el
castigo y le encierran desnudo en una celda húmeda para ablandarle con el frío;
si no resulta a los tres días le quitan el agua para doblegarle, pero si a la
semana no surte efecto se la devuelven; por esos días cuando el médico declara
deshidratación, llevan al reo al hospital donde le ponen un suero (amarrado si
se niega) y luego le devuelven al castigo por unos días hasta que precise de
otro suero; el período entre uno y otro se va acortando hasta que se hace
continuo y tienen que dejar al huelguista con ingreso permanente y tratamiento
sicológico hasta que desista.
En
los casos de Orlando Zapata y Wilman Villar se violó este protocolo. En ambos
los familiares se quejan de que le quitaron el agua por varias semanas en su
etapa final de huelga, con ellos sus riñones colapsaron y otros órganos
agudizaron su crisis. Fue entonces que pusieron a su disposición lo mejor de
los servicios médicos, pero ya estaban en el camino irreversible de la muerte.
·
El autor ha
vivido 15 años de prisión política que incluyeron 5 años sin sol, dos sin
visitas familiares, tres sin visitas conyugales y sin asistencia religiosa.
Participó en huelgas de hambre y vivió la de otros muchos compatriotas.
franciscochaviano@gmail.com
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