por Richard Roselló
Periodista Independiente
10 de abril de 2011
Foto: Elizardo Sánchez Santa Cruz
¿Si les dijera que la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) con sede en La Habana, es un atentado a los derechos humanos? Seguro que nadie lo creería.
Hoy vamos a despejar la bruma que rodea al verdadero Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco y la Comisión que preside.
Hablo del reverso de sí mismo. De una Comisión cuya finalidad es garantizar los derechos de la persona humana y no al revés. Y de un trasgresor de esos derechos humanos que falsamente defiende.
Pero detrás de éste enigmático político que esgrime la calma, la decencia y el respeto, se esconde un demagogo por naturaleza y un arribista por complicidad.
Creerán que es contradictorio y no es así, recuerden que estamos ante un Camaján. Alguien que cambia fácil, de forma, tonalidad y perfil; luego los conjuga. Sánchez es fuego para denunciar o manejar una mentira. Hielo para sostener una verdad.
Usted que es un político internacional y es a su vez, un agente económico que genera información. Y la información se paga. La Comisión podría catalogarse como una pequeña empresa que pudiera (no es tu deseo) convertirse en un modelo de pequeña sociedad a la esperada transición en Cuba.
Sea como sea, usted no tiene competitividad. Posees un trabajo que rinde una supuesta eficiencia y calidad en lo que hace. Como tal eres rentable. Recibe donaciones bilaterales, ayudas de diversas asociaciones independientes del exterior y has podido crear una fuente de salario estable, para sus empleados, ante las narices de los hermanos Castros.
Pero (te) desordenas, dijo una vez la poeta. Sabemos porqué. Tan contagiado con esa tendencia casi perniciosa e impune por obtener divisas, apropiártelas, por encima de otros y en consecuencia la cantidad de capital creado, para tu futuro, olvidaste como cristiano que el hombre medio aprende que todos los hombres son legalmente iguales. No la mitad de sí mismo. En vez de enterrar tu infamia, creaste una Comisión donde existe una desigualdad espantosa.
Precisamente si aquello que nos hace humano son los derechos, entonces ¿Cuál es el concepto de derechos humanos que usted defiende? Ejemplo: hacer fraude e implantar una economía de explotación en flagrante violación; infringir salarios a tus empleados; anunciar falsos trabajadores; negarle tanto vacaciones como gastos que corren por la empresa. Ser capaz de crear plusvalía por crecimiento económico, plusvalía por salarios, plusvalía por remesas de dinero a presos políticos. Hacer uso del nepotismo con oportunidades de empleo a familia y pagar por horas no trabajadas o media jornada y aun menos.
Sánchez: usted se da el lujo de no contribuir con el fisco. No paga impuesto, ni, en las dos residencias que mantienes. No tienes monitoreo de gastos, ni de lujos. Haces y deshaces porque no abrigas una administración de justicia. Algo en cuenta: es que careces de auditoría, nadie te controla y nadie te castigue por su arbitrariedad.
Como: no existen normas laborales y, los sindicatos independientes en Cuba, no alcanzan la madurez y experiencia de autoridad, como para intervenir en tus adversidades, tienes en cambio, el camino libre para perpetrar más… y más abusos.
Usted que tanto promulga los derechos en las personas. ¿Por qué no respeta las vacaciones y el descanso, y niegue pagarla? ¿Cómo puedes olvidar el Artículo 24 Declaración Universal de Derechos Humanos? cuando dice: Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Sánchez: como tu decisión es injusta hasta los cimientos y piensas que puedes ponerle precio a la dignidad de sus empleados, por sobre todos los derechos, le aclaro. Corrupción es cometer fraude por pagar a 10 supuestos empleados cuando son la mitad. De resultar así, el costo por concepto de salario a tus trabajadores representa solo 300 CUC al mes. ¿A dónde van a parar los 4 000 euros trimestral que recibe la Comisión para sus proyectos? ¡Oh, los 12,000 que recibiste recientemente!
Sánchez: abuso, es no garantizar condiciones apropiadas de trabajo. No costear ciertos gastos de operaciones de tu Comisión, corriendo de nuestro bolsillo, cuando se trata de: visitas a presos y familiares, viajes a provincia, encargos de la organización, etc.
Corrupción es dar empleo a un familiar. Pagar un sueldo (60 CUC) completo (a su conyugue) cuando labora dos horas, a veces una, otras ninguna y, marcando las diferencias laborales que constituyen prácticas inaceptables e ilegales en cualquier parte. Además, tienes un criterio de idoneidad y mérito de una persona que en la práctica, no responde a una organización, sino a tus propios intereses.
Otro tema del cual discutiremos, es el dilema de corrupto que han sembrado en ti. Al decir verdad, resultas el arma infalible, utilizada por un gobierno oportunista, para destruir la unidad de la disidencia.
No en balde, eres el obstáculo para que no florezcan otras iniciativas opositoras; te utilicen en envenenar a las agrupaciones. Traigas además, desaliento, descontento, desmotivación e inseguridad en los que te rodean. Por supuesto, todo y gracias a ti y a esos acólitos de Seguridad del Estado que te apoyan. ¡Felicidades!
No menos angustiante es el no desear ampliar la capacidad de empleados que necesita la Comisión. Al tanto, utilizas a los “colaboradores”, para obtener beneficios, aun cuando dispones de una economía monetaria para ello.
Sabemos que la mejor manera de levantar tu patrimonio: es reducir los gastos. Razón para no desear invertir en promoción de: impresos (que éste periodista realiza); pagar a un diseñador, crear logotipos, un bloc, hacer un plegable. Más fácil es cuando tus gastos corren a cuenta de embajadas, disponiendo del dinero.
Viéndote desde un catalejo, observo no a un representante de una Comisión de Derechos, sino una empresa monopolista que dicta condiciones de pago y de trabajo inaceptable, bajo un salario marginal y sin seguridad laboral. De ahí tu abstinencia a que mejorar esos salarios afecten tus intereses o beneficios.
El problema se embrolla cuando el número de insubordinados que te abandona, están marcados por tus violaciones laborales y por la política de la explotación que has ejercido contra éstos durante 40 años.
Pero tú, que vives como piensas, con el dinero chorreando por la canilla, no puedes tener en cuenta el costo de la vida en Cuba. Ni la productividad que uno representa. Tampoco, las limitaciones de ciertas especializaciones laborales que existen en nuestro medio disidente tan adverso. O el interés del trabajo donde uno tiene que asimilar la cantidad de eventos que genera su organización. Incluyendo los más indignos como: mentirle a los periodistas, presos políticos y familiares, en tu nombre, decir que no estás, cuando sí.
¿Cómo?: no tiene en cuenta nuestro conocimiento, sentido de responsabilidad, honestidad, civismo, capacidad y otros esfuerzos en general. Como: no deseas gastar recursos en la seguridad laboral, poco importa mi movilidad y sacrificios con el transporte donde pasaba cuatro horas diarias en guaguas, mientras tú, utilizas taxis con comodidad y confort. ¿Cómo?: has creado las condiciones adversas de trabajo a que nos obliga, utilizando mis propios medios de trabajo (computadoras, grabadora), mientras dispone de ellas para tu uso exclusivo. ¿Cómo?: cuentas con recursos que impides sean utilizadas con máxima eficiencia. Prohíbes los accesos racionados a equipos que dispone tu Comisión: impresoras, fax, escáner, fotocopiadoras, etc.
¿Cómo?: tus incentivos de trabajo son insuficientes; te llenas de promesas incumplidas; no respetas las normas de trabajo; y por ahorrar tu dinero, prefieres no asumir arreglos de computadora, lámpara de techo, teléfonos… ¿Cómo?: te has negado a adquirir nuevos equipos, nos obligas a usar unos viejos, toscos y pesados teléfonos. ¿Cómo?: la diferencia hace la distancia y viceversa. Mi trabajo se realizaba con poca iluminación, en medio de calores y polvo excesivos, falta de higiene y limpieza. Lo opuesto a su oficina: aclimatada e iluminada.
Para reforzar esta idea te diré que ésas condiciones de trabajo inseguras, me ocasionaron reducción de mi eficiencia, cansancio, pérdida paulatina de visión, dolores diarios de cabeza, catarros, mareos y desconcentración. Tus infracciones como empresario y por normativa laboral de seguridad, higiene, salubridad y otras relativas a las condiciones laborales, han originado daños en mi salud. Al punto que los gastos en medicamento y tratamiento especializados iban por mi bolsillo.
¿Cómo?: ha llegado la hora de aclarar cosas. He tenido, que trabajar en condiciones anormales de trabajo y de vida que no son compensadas; acoso, castigado con multas que pago de mi cuenta, marcado por la vigilancia permanente, varias detenciones, calabozos, el hostigamiento y sin un hogar seguro.
¿Cómo?: tus males tienen mucha argucia para esconderse, te exigiría como periodista independiente, maltratado y humillado que des a conocer: el verdadero balance de la Comisión. Sus estados de cuenta. Los planes. Proyectos que existen. Y modelos de contratos y otras cosas bien ocultas y que a cada rato van a parar al fuego.
Pero lo que hoy digo no es una simple crítica, sino una demanda para que se restablezca tanta irregularidad que daña a tu organización. O desaparezca como tal.
Usted que es profesor de Filosofía marxista, habría que hacerle una observación a la memoria. Pagar salarios de subsistencia a sus empleados (60 CUC al mes) y obtener de nuestro trabajo un beneficio, es plusvalía.
De hecho, como has mantenido bajos los sueldos y te has forzado a que ahorremos; siempre reacio a pagar gastos de viajes y viáticos, que han de corren por la Comisión, es obtener plusvalías.
Plusvalía profesor es el incremento del valor que adquiere nuestros trabajos intelectuales, en el campo de las denuncias e informes elaborados por mí, resultando en mayores beneficios suyos.
Plusvalía y especulación es el interés que usted percibe con los tipos de cambio del Euro a pesos convertibles (CUC) y destinados a pagar a los presos y familiares en partes iguales y no desiguales.
Plusvalía es parcialmente lo producido por mí y no remunerado en los salarios. Le explico: la desigualdad real que yo realizaba en múltiples oficios (asesor periodístico, portero, oficinista, atender teléfono, editar, asesor de computación, mensajero, atender visitas, lectores, actualizarlo de informaciones, visitar familiares y presos políticos, hacer viajes a provincias como Observador Regional de Occidente), lo cual te proporciona una gran riqueza y el control sobre el resto. Entonces no solo te apropias de la riqueza, sino también del poder.
Plusvalía es prometer herramientas de trabajo (computadora, radio, grabadora, soportes digitales, cámara digital fotográfica) para humanizar el trabajo y luego te apropies de ella en detrimento de los resultados de nuestros trabajos.
Plusvalía cuando, no deseas aumentar el salario medio, sin embargo, aumentan tus fondos de salarios. Para viajes, lujos, restaurantes, amantes y, robas los envió de dinero destinados a presos políticos y trabajadores que no existen.
Sánchez, en verdad de las verdades, convertiste a tus empleados en una organización de marginados de la política de la Comisión y de los recursos; laborando en condiciones precarias, bajo un sueldo que no permiten llevar una vida decorosa.
Para colmo, tu Comisión que exige y propone que observadores de derechos humanos visiten Cuba por los malos tratos que allí se cometen ¿porque no te visitan primero?
En 7 años que he permanecido en la Comisión, mi experiencia para redactar estas notas han sido dolorosa pero igualmente aleccionadora.
No me arrepiento. De algo me han servido tus malas costumbres y tus amenazadoras influencias.